La eliminación de interferón inyectable de los tratamientos de la hepatitis C es una prioridad debido a la prolongada duración del tratamiento ,a los efectos adversos que presenta y a la incomodidad que supone para el paciente tener que pincharse cada semana un fármaco que además necesita conservarse refrigerado. Además cerca del 50% de los pacientes no son aptos para el tratamiento con interferón, y de los aptos, menos de dos tercios de los que presentan el genotipo 1, consiguen llegar a la curación (RVS). Además, los efectos adversos graves derivados del uso de interferón, tales como insuficiencia cardíaca, sepsis, leucopenia, depresión, pérdida de visión, etc, hacen que el cumplimiento terapéutico sea bajo, con lo cual muchos pacientes no alcanzan la curación por falta de adherencia al tener tantos efectos secundarios.

Nuevos fármacos antivirales de acción directa de segunda generación contra el virus de la hepatitis C están ya aprobados.Varios son los fármacos de diferentes empresas farmacéuticas que ya están en el mercado aunque los precios y la falta de diagnóstico de los casos ocultos pueden impedir que la gran mayoría de los pacientes monoinfectados y coinfectados se beneficien de la alta eficacia de los nuevos medicamentos.

A la espera de la comercialización en todo el país de todos los nuevos antivirales, ya se pueden tratar los pacientes con hepatitis C, genotipo 1b con la combinación de DACLATASVIR + ASUNAPREVIR sin interferón.

Su eficacia ha sido demostrada en varios estudios con respuestas que van del 80 al 90 % .Incluyendo pacientes que no habían respondido a tratamientos previos.
Dr. Gustavo Braslavsky
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